Las escobillas limpiaparabrisas son uno de los elementos clave para una conducción segura y sin sobresaltos. Si las escobillas de tu vehículo no se encuentran en buen estado, los días lluviosos o con niebla experimentarás una peligrosa pérdida de visibilidad. Sin duda, vale la pena seguir el consejo de los expertos y llevar a cabo un correcto mantenimiento de las escobillas, así como sustituirlas cuando sea necesario.
Hay que tener en cuenta que un elevado porcentaje de los accidentes que se producen en carretera ocurren bajo condiciones de visibilidad reducida. Si planeas hacer un viaje fuera de la ciudad, no olvides revisar las escobillas de tu coche y controlar que el nivel del líquido limpiaparabrisas sea el correcto. En invierno, si es preciso, puedes usar el aire acondicionado o climatizador para desempañar los cristales.
Dado que se trata de piezas que están constantemente expuestas al sol, a la lluvia y a los cambios de temperatura, las escobillas limpiaparabrisas suelen dañarse con frecuencia. A modo de prevención, es recomendable sustituirlas una vez al año.
¿Cuándo debo cambiar las escobillas limpiaparabrisas?
Si durante un día de lluvia percibes que el barrido de las escobillas no es limpio −es decir, que al pasar dejan rastros de agua en forma de manchas o rayas−, es hora de reemplazarlas por unas nuevas. Los fallos en la limpieza de las lunas pueden entorpecer la visión del conductor, así como causarle fatiga visual y exponerlo a distracciones innecesarias. En algunos casos, las escobillas limpiaparabrisas en mal estado pueden generar ruidos molestos o vibrar al desplazarse por el vidrio.
En caso de que quieras revisar las escobillas tú mismo, realiza una prueba mojando el parabrisas y activando el barrido. También puedes controlar su estado general con una simple inspección ocular y táctil. Las escobillas que no cumplen su función correctamente suelen tener la goma deteriorada y quebradiza, curvada o rota.
Sustituir las escobillas limpiaparabrisas
A la hora de cambiar las escobillas limpiaparabrisas, precio puede ser sinónimo de calidad. Generalmente, su valor oscila entre los 20 y 40 euros. No compres la más barata del mercado, dado que la vida útil de la lámina de goma podría ser notablemente menor que la de una escobilla de precio medio o alto. Recuerda que son elementos en continuo contacto con el sol y la humedad, por lo que podrían estropearse con facilidad.
Cambiar la escobilla de tu limpiaparabrisas es una tarea relativamente sencilla para un mecánico experto, por lo que es importante acudir al taller de confianza para evitar inconvenientes y circular con la seguridad de que están en óptimo estado y colocadas correctamente.
Alarga la vida útil de tu escobilla limpiaparabrisas con un sencillo mantenimiento
Utiliza siempre los productos adecuados a fin de mejorar el rendimiento de las escobillas limpiaparabrisas e impedir su deterioro prematuro. La goma de caucho y la estructura de la escobilla deben ser lavadas exclusivamente con un paño humedecido en agua, porque los productos químicos de limpieza podrían dañar el material. No olvides introducir siempre líquido limpiaparabrisas en el depósito del circuito. Esto contribuye a alargar la vida útil de la escobilla.
En caso de circular a bajas temperaturas, añade anticongelante al líquido limpiaparabrisas. Si las escobillas están heladas o cubiertas de nieve, no las levantes. Si el cristal está congelado, utiliza una rasqueta para limpiarlo y evita activar el mecanismo hasta que se haya fundido el hielo.